Simmersfeld. La novena edición de las Jornadas de Doctorandos Boysen se centró en tender puentes entre la investigación universitaria y la práctica industrial. Desde 2013, doctorandos, profesores y representantes de empresas se reúnen periódicamente para intercambiar información sobre el estado provisional de los proyectos de investigación financiados por la Fundación Friedrich y Elisabeth Boysen.
La serie de actos forma parte ya de los muchos años de financiación de la Fundación Boysen, que desde 1996 invierte cuantiosos fondos en proyectos científicos en el campo de la protección del medio ambiente. Con hasta dos millones de euros anuales, apoya numerosos temas de investigación en la Universidad de Stuttgart, la Universidad Técnica de Dresde y el Instituto de Tecnología de Karlsruhe.
En su discurso de bienvenida, Rolf Geisel, Director General de Boysen, subrayó la importancia de la investigación universitaria para la futura viabilidad de Alemania como emplazamiento empresarial. En este sentido, hizo un llamamiento a los 75 participantes no sólo para que reúnan conocimientos científicos, sino sobre todo para que no pierdan de vista la aplicación práctica: "No sólo necesitamos investigación, sino también innovación. Esto significa que los hallazgos teóricos deben convertirse después también en soluciones prácticas y rentables para la economía".
Esto no siempre es fácil y requiere cierta presión, "pero en tiempos de cambio tecnológico y transición energética, este esfuerzo es aún más importante". Al fin y al cabo, el Grupo Boysen también tiene la obligación diaria de ofrecer el máximo rendimiento para poder abastecer a sus clientes a pesar de las difíciles condiciones derivadas de la pandemia de Corona, la escasez de semiconductores y los cuellos de botella de material debidos a la guerra de Ucrania.
En sendas presentaciones técnicas de 15 minutos cada una, los científicos demostraron que los proyectos de investigación van por buen camino en este sentido. Los estudiantes de doctorado del primer año de financiación quedaron exentos de esto, ya que presentaron sus temas en exposiciones de dos minutos en vista del todavía breve tiempo de procesamiento y respondieron a otras preguntas en una ronda posterior de charlas.
Sabrina Haubold, del Instituto de Aerodinámica y Dinámica de Gases de la Universidad de Stuttgart, lleva trabajando en su proyecto de investigación desde 2021 y ya participó por segunda vez en las Jornadas de Doctorandos. En su proyecto de doctorado, estudia las simulaciones del flujo de aire en las turbinas eólicas para predecir la contaminación acústica.
"Basándonos en los resultados de la simulación, podemos redirigir los flujos de aire de forma selectiva mediante dispositivos de succión en las palas del rotor y reducir así el ruido", explica la doctoranda. Para ella, es especialmente importante centrarse en los beneficios para la transición energética: "Al final, hacemos una valiosa contribución con estas medidas porque podemos disipar dudas sobre la tecnología y aumentar así la aceptación de la energía eólica". Para ella, el formato de las jornadas de doctorandos es "la oportunidad ideal para recibir opiniones de expertos, ampliar la propia perspectiva y establecer contactos con otras disciplinas".
El Presidente del Patronato de la Fundación Friedrich y Elisabeth Boysen, Prof. Dr.-Ing. Stefanos Fasoulas, quedó impresionado por la calidad de los resultados provisionales. Agradeció a los doctorandos su entusiasmo por la ciencia: "Con vuestro trabajo, estáis contribuyendo de forma significativa a resolver los retos globales en el campo de la tecnología y la protección del medio ambiente."
El evento de dos días se completó tradicionalmente con una visita a la planta de producción de Boysen en Simmersfeld. Los participantes pudieron echar un vistazo a la fábrica conectada digitalmente y conocer mejor los pasos de transformación del Grupo Boysen. Las piezas prototipo de los sistemas de depósitos de hidrógeno que se están desarrollando y construyendo actualmente en Boysen fueron de especial interés.
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La actividad principal del Grupo Boysen, con sede en Alten- steig (Baden-Württemberg), es el desarrollo y la producción de sistemas de escape de alto rendimiento y componentes para turismos, vehículos comerciales y aplicaciones fuera de carretera. Además de los tres principales clientes, Audi, BMW y Mercedes-Benz, el especialista en tecnología de gases de escape trabaja para los fabricantes de automóviles alemanes Volkswagen y Porsche, las marcas inglesas Bentley y Rolls-Royce, los fabricantes de vehículos comerciales Daimler y MAN, y en el campo de las aplicaciones fuera de carretera para Krauss Maffei, mtu, Voith y otros.
En el curso del cambio tecnológico dentro de la industria de la automoción, Boysen se está centrando no sólo en las tecno- logías de escape innovadoras, sino también en nuevos grupos de productos que se pueden utilizar en todos los vehículos, independientemente del tipo de accionamiento. La empresa fundadora ve otro componente importante de su estrategia fu- tura en el campo de la tecnología energética, con especial atención a temas como el hidrógeno, las pilas de combustible y el almacenamiento de energía estacionario.
El Grupo Boysen emplea actualmente a unas 5.200 personas en 27 emplazamientos en Alemania y en el extranjero. Además de los centros de desarrollo de Altensteig y Nagold, Boysen tiene centros de producción en Altensteig, Simmersfeld, Heubach, Salching, Ingolstadt, Plauen y Achim, así como en Francia, Egipto, Sudáfrica, India, China, México, Serbia, Rumanía y Estados Unidos.
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